La centolla de la Ría (Maja brachydactyla) es una auténtica joya procedente de las rías gallegas. Este marisco decápodo habita en las costas en fondos rocosos a profundidades de hasta 100 metros, y se ha ganado un lugar especial en el corazón de los amantes del marisco.
Calidad insuperable de las rías gallegas: la centolla de la ría es una verdadera joya entre las capturas marinas de la región. Aunque representa una fracción pequeña de las capturas totales, es sin duda la más apreciada debido a su exquisita calidad. Se diferencia de otras centollas por su distintivo color oscuro, sus uñas afiladas y su caparazón cubierto de algas y vellosidades.
Nutrición y sabor inigualables: este marisco no solo deleita el paladar, sino que también aporta beneficios nutricionales significativos. La centolla de la ría es rica en minerales, destacando su contenido de yodo y zinc. El yodo es esencial para el metabolismo y la energía, mientras que el zinc fortalece el sistema inmunológico y contribuye al crecimiento. Una verdadera joya culinaria que te brinda mucho más que solo sabor.
Preparación para degustar: la centolla de la ría se disfruta mejor cocida. Para prepararla, simplemente colócala en una cazuela con abundante agua y sal. Cuando el agua rompa a hervir, sumerge la centolla y cuécela durante 20-25 minutos, dependiendo de su tamaño. Luego, retírala de la cazuela y déjala enfriar.
Para degustarla, abre su cuerpo y elimina las partes no comestibles, como las madejas grises. Las patas se disfrutan una por una, y puedes cascarlas con tenazas especiales para marisco. Para obtener hasta la última gota de sabor, raspa el interior del caparazón, conocido como «cacho», y disfruta de la deliciosa papilla junto con los jugos.