Ya que hablamos sobre mariscos, los tenemos que tratar desde un principio. Su sabor magnifico y la gran variedad que contienen los mariscos, crustáceos y moluscos son extraordinarios para preparar las más diversas preparaciones culinarias, apreciadas, sobretodo, por los paladares más exigentes.
Como mariscos se conocen a todos los animales marinos que no pertenecen a la clase de los peces o mamíferos y se dividen en dos grupos: Los crustáceos y los moluscos.
Los crustáceos están formados por: langostas, bogavantes, camarones, langostinos, quisquillas, cangrejos y percebes…
Casi todos son acuáticos aunque algunos como los cangrejos se han adaptado a la vida terrestre.
Existen unos 25.000, incluso más, especies de crustáceos, de una amplia gama.
Todos los crustáceos deben estar vivos al momento de la compra, lo llamado actualmente como frescos, para cocinarlos se los sumerge en un caldo corto con la cabeza y las pinzas hacia abajo.
Después, por ejemplo en el caso de la langosta, se la abre al medio y se la puede preparar a la parrilla pincelada con aceite y lima, asado en el horno o simplemente a la americana. Las langostas pueden medir hasta 50 cm de largo, poseen 5 pares de patas que terminan en pinzas y 4 antenas; dos largas y muy fuertes y dos pequeñas, y una cola larga y gruesa.
Los langostinos miden de 6 a 14 cm de largo con un caparazón que remata en un cuerno largo y dentado.
Los cangrejos, a diferencia de casi todos los demás, son crustáceos de río o de mar que por su caparazón, 5 pares de patas y pinzas, es parecido a la langosta pero con la forma redonda.La prima grande de los cangrejos marinos es la centolla o el centollón, de 8 a 15 cm de diámetro con caparazón casi redondo cubierto de pelos y con cinco pares de patas peludas y largas.
Su carne delicada es muy apreciada y buena. Ésta vive entre las rocas o piedras y muda su caparazón, ocultándose entre las algas y piedras hasta que el nuevo caparazón se haya endurecido. Antiguamente era considerada como símbolo de la prudencia y el consejo debido a esa característica de esconderse.
La variedad de moluscos, como he dicho anteriormente, es muy grande muchos de los cuales poseen una concha calcárea como los caracoles, navajas, ostras, vieras, almejas, berberechos y mejillones. La almeja es un molusco blanquecino con valvas de 3 a 4 cm, ovaladas, verde negruzco y con estrías. Deben estar vivas al comprarlas y reaccionan cerrándose cuando las tocas. Al igual que las vieras y mejillones debes desechar las que no se hubieran abierto durante la cocción.
El mejillón tiene dos valvas simétricas ovaladas de color negro azulado, siendo su carne rojiza o blanca grisácea.
La ostra es otro molusco marino con caparazón casi circular que tiene uno de los lados muy rugoso, de carne blanca y brillante y aspecto gelatinoso es una delicia, generalmente se come cruda en su propio jugo y unas gotas de limón y un toque de salsa tabasco.
Las vieras se pueden o no comer con el coral pero les debes desechar una pollerita que las rodea (tejido duro) y por supuesto deben tener olor a mar, a fresco.
Siguiendo con esta fauna marina, muy populares también son los calamares y pulpos quienes pertenecen a la familia de los cefalópodos. Tienen cuerpo oval en forma de bolsa en cuya abertura está la cabeza que posee tentáculos. Su carne es blanda y los tentáculos también son comestibles, además poseen una bolsita con tinta negra muy rica para preparar salsas o integrar en la cocción de los arroces en las paellas. Los calamares pequeños se llaman calamaretis o chipirones.
Los pulpos, un tipo de marisco muy diferente a lo usual, tienen en la cabeza un pico y posee también una bolsita con tinta en su cuerpo, con 8 tentáculos que poseen dos hileras de ventosas.
Este tipo de alimento suele estar muy solicitado en tapas o comidas familiares en los que los comensales son los que más deben disfrutar.