Aunque no creas, los mariscos son alimentos que aportan la misma calidad de hierro que las carnes. El hierro hémico es el tipo de hierro que encontramos en los mariscos y son fundamentales para la nutrición.
Una dieta equilibrada contiene dos tipos de hierro: el hémico, que lo aportan los alimentos de origen animal; y el no hémico, que lo aportan los alimentos de origen vegetal. El hierro no hémico muchas veces encuentra dificultades para ser absorbido por el cuerpo, por eso se recomienda consumir alimentos con hierro hémico para mejorar su absorción.
Por esto es importante consumir mariscos en el menú semanal, que aportan pocas grasas, y son ricos en hierro, un mineral fundamental en todas las etapas de la vida. Los mariscos que más hierro contienen son mejillones, almejas, berberechos, ostras, calamares, pulpo, cigalas, langostinos, gambas y vieiras.
Además los mariscos aportan otros minerales fundamentales como fósforo y calcio, así que puedes consumirlos dos o tres veces a la semana, acompañados de vegetales o legumbres para cubrir los requerimientos básicos de una dieta equilibrada.