En primera instancia, la langosta y el bogavante podrían parecer platillos muy similares, es incluso común confundirlos al primer vistazo, sin embargo no son el mismo tipo de marisco. Eso sí, tanto el bogavante como la langosta pertenecen al grupo de los crustáceos, y en sabor suelen guardar una estrecha similitud. A continuación te explicamos cuáles son las diferencias entre las langostas y los bogavantes.
Diferencias en aspecto
Las langostas son crustáceos que poseen 10 pares de extremidades, las dos frontales son de hecho largas antenas; por su parte los bogavantes poseen los mismos 10 pares de extremidades, pero las frontales se han desarrollado en dos grandes y fuertes tenazas. Así es, la clásica imagen que vemos de “langostas” es de un bogavante.
Por otro lado la langosta viva posee un color rojo-anaranjado, mientras que el bogavante tiene un color rojo más intenso que en ocasiones pueden tomar tonalidades azules o rojas muy oscuras.
Dónde se encuentran
Los bogavantes se encuentran en el océano Atlántico, por la costa noroeste de Noruega y todo el contorno de Europa hasta llegar a las costas de España y Marruecos. También existen bogavantes dentro del Mar Mediterráneo y en el Mar Negro.
La langosta se encuentra en las mismas regiones que el bogavante, pero existen subespecies las cuales son muy atractivas y se localizan en sólo lugares muy específicos como es el caso de la langosta de Juan Fernández, la cual sólo se localiza en un archipiélago del mismo nombre en las costas de Chile; o el Cherax el cual se localiza en las costas este de Australia.
En cuanto al sabor
En la práctica ambos ejemplares tienen sabores muy similares, por lo que las recetas de uno se pueden intercambiar por el otro. Usualmente se les cocina junto con arroz, y es recomendable acompañarlos con una buena copa de vino blanco.
Otros nombres de los bogavantes
En gallego se les llaman lubrigantes, en euskera se les conoce como abakandoa, y en catalán les dicen llamántol.