Puede parecer una tontería pero no siempre resulta sencillo abrir una ostra.
Se requiere un cuchillo especial y mucha mañana para que esto no se convierta en audisea. Se recomienda colocar un trapo entre la ostra y la mano. Así, se podrá coger mejor y si se nos escapa el cuchillo evitaremos heridas.
En el vídeo podréis ver como abrirla facilmente y como se aconseja quitar la primera agua que la ostra lleva dentro.
La ostra es uno de los mariscos más apreciados, pero también uno de los más problemáticos a la hora de servir en la mesa. ¿La razón? La eterna pelea por abrirlas correctamente sin perder un dedo de la mano en el intento.
Y es que las ostras cuanto más frescas estén, más difícil resulta abrirlas; por esta razón cuando se encuentre con una ostra entreabierta, su carne tenga una textura blanda y un aspecto lechoso, deséchela inmediatamente, porque todos ellos son síntomas de que no está en condiciones de ser consumida.
En primer lugar, proteja la palma de la mano con un paño doblado. Sobre él coloque la ostra con el lado más profundo de la concha hacia abajo.
Como todo en esta vida, abrir una ostra tiene su “truco” y, en muchas ocasiones, tal y como dice el refrán, “más vale maña que fuerza”. Le explicamos paso a paso cómo se realiza esta operación:
Introduzca la punta de un cuchillo (existen unos especiales para abrir las ostras) por el lado más estrecho de la concha (diríamos por la «bisagra») y localice su músculo. Realice movimientos muy suaves hacia los lados y, al mismo tiempo, vaya introduciendo el cuchillo hacia dentro, entre ambas mitades de la concha.
Una vez que la hoja del cuchillo haya penetrado en la concha, corte el músculo abductor de la ostra de la parte superior de la concha.
Una vez abierta, deslice la hoja del cuchillo por debajo del cuerpo de la ostra y desprenda la parte superior de la concha. Hágalo con cuidado de no desconchar el nácar, porque éste podría arruinar el exquisito sabor de este molusco.